Quizás las cualidades que mejor definen a Jose Gómez, sea el ímpetu y
entusiasmo para llevar a cabo acciones, que combinaba muy bien con el
don de la oportunidad. Además de ser un buen relaciones públicas y
poseer el don de la palabra, como buen comunicador radiofónico,
destacaba en él su magnanimidad y resiliencia.
Con menos de cincuenta años se quedó ciego, y después de un tiempo
consiguió sobreponerse, y hacer de la adversidad una virtud. Decidió
emprender una cruzada en favor de la accesibilidad, al ver que no podía
salir de su casa y deambular por las calles de Corralejo con autonomía.
Con su vehemencia y sus dotes de persuasión consiguió que algunas
autoridades municipales se sensibilizaran con la accesibilidad y realizaran
algunas acciones al respecto. Ese es el motivo por el que en las principales
calles de Corralejo se pueden apreciar desde hace varios años, esas
franjas de encaminamiento con acanaladuras, que muchas personas se
preguntan para qué sirven.
Pues sirven de referencia para el bastón blanco que usan las personas con
discapacidad visual para transitar por las zonas urbanizadas. Corralejo fue
pionero, gracias a Jose Gómez, que consiguió expandir su lucha en toda
Fuerteventura, donde ya se aprecia en muchos municipios esos
encaminamientos, sobre todo en Puerto del Rosario.
En los últimos cinco años, desde que creó ADIVIA, una asociación de
discapacitados visuales, auditivos, físicos y psíquicos, que cuenta hoy en
día con más de un centenar de socios, consiguió que la mayoría de los
ayuntamientos de la isla crearan una concejalía de accesibilidad,
aprobaran o tengan en trámite la aprobación de una ordenanza específica
y de un plan de accesibilidad.
No contento con eso consiguió integrar, en un centro ocupacional pionero,
a personas con discapacitad, que a partir de los veintiún años pierden el
derecho a estar escolarizadas, y quedan desamparadas. Y por otra parte,
consiguió implantar un “Punto de Información”, sobre accesibilidad,
discapacidad y dependencia, para asesorar a personas, empresas,
administraciones y colectivos en general, en la sede central de ADIVIA,
situada en la calle Virgen del Rosario nº 13A. Junto a la “Casa Museo de
Unamuno.
Firmado:
Carlos Hernández Suárez. Arquitecto Técnico. Asesor de ADIVIA